Pobres médicos atacados, encima que lo hacen de buena fe...

Se arruina por no morirse a tiempo

Los medicos le dijeron que moriría en breve y dilapidó su dinero

John Brandrick es británico y tiene 62 años pero los médicos le diagnosticaron un cáncer y le dijeron que a los 63 no llegaba. Así que decidió darse la buena vida durante el tiempo que le quedara. Decidió no seguir trabajando, dejó de pagar su hipoteca y dilapidó todo su dinero yendo a comer a los mejores restaurantes y hoteles del Reino Unido.

Un año después, los síntomas de la enfermedad comenzaron a remitir. En ese momento, el hospital llegó a la conclusión de que Brandrick no padecía realmente un cáncer de cáncer terminal sino una simple pancreatitis, perfectamente curable. «Me deshice de todo, de mi coche, de mi ropa, sólo me quedé con un traje, una camisa y la corbata en la que deseaba que me enterrasen. No necesitaba más ropa porque sólo me daban seis meses de vida», declaró el británico a la prensa, que lo dejó todo preparado para el funeral.

John Brandrick ha decidido reclamar al hospital, perteneciente a la Seguridad Social inglesa, que le indemnice por el falso diagnóstico. Los responsables del centro médico niegan que se tratase de un caso de negligencia. Según explican, el diagnóstico de cáncer pancreático se basó tanto en los síntomas que presentaba como en las diferentes pruebas que se le hicieron al enfermo.