Un día cualquiera en la vida de O'Bush

La agenda del presidente de USA es muy apretada. Un día cualquiera se convierte en una auténtica odisea, con largos viajes diplomáticos, reuniones con grandes magnates del petróleo, reuniones de alcohólicos anónimos, y siempre en continua campaña electoral. Vamos a ver con la ayuda de exquisitas imágenes un día en la vida de Bush.

El presidente del mundo se levanta a la hora que le sale de los huevos y, como cada mañana realiza sus ejercicios cerebrales, los cuales dan muy buen resultado para relajar el recto. Hay que tener en cuenta que este hombre necesita ir muchas veces al lavabo ya que su organismo está lleno de mierda.



Después de tomar sus cereales favoritos, a base de un preparado de soylent (ahora con más escroto), Bush se prepara para su tradicional desfile matutino en el que podemos oír clásicos cánticos como el "heil bush" o "alzad los brazos hijos del pueblo yanki, etc."

Después de cumplir con estos protocolos rutinarios, Bush se dispone a arreglar el universo un día más. Sus obligaciones como presidente le llevarán a diversos países en misión "pacificadora" y de paso se llenará el bolsillo.

Su primer destino es China. Es una visita muy delicada, Bush sabe que el poder chino es cada vez mayor, por tanto deberá esforzarse al máximo en las conversaciones con su homólogo oriental. Por desgracia O'Bush tiene una capacidad limitada para abrir grandes puertas chinas y la reunión no llega a hacerse efectiva. Son cosas que pasan, sobre todo a los inútiles.


Su siguiente viaje le lleva a la capital turca, Ankara, donde nuestro querido presidente espera tener más éxito diplomático. Parece que todo va sobre ruedas hasta que llega el momento tradicional turco de ver a una gallina defecando. Bush no sabe comportarse y se equipara a la gallina mostrando también sus cualidades excretoras.



Depués de vaciar los intestinos en Turquía, debe dirigirse rápidamente al Vaticano para ejercer de Papa.
(Yo no le veo tanta diferencia respecto a Ratzinger..., los dos empuñan una bomba, tienen algo que ver con los nazis, son unos hijos de puta y a los dos les gusta follarse a niños).

nota aclaratoria: los niños son menores de 10 años

Bush regresa a su querida patria en su avión privado. Durante el viaje enseña orgulloso al pasaje una publicación del "O'bush Today" donde figura una fotografía de su reciente encuentro con los alienigenas.

Para darle la bienvenida a tierras norteamericanas se encuentra Montgomery Burns, que es como un hermano para él. (esta foto había que colarla en el reportaje necesariamente)

Bush ha cumplido satisfactoriamente, o no, con su misión en el exterior. Ahora es tiempo de relajarse con sus hobbys y disfrutar con sus seres más próximos (y no me refiero a las ratas de cloaca, ni tampoco a un cruce entre hiena y mofeta, aunque también lo son).

Algunos de sus pasatiempos favoritos son:

1. jugar al baseball en la liga profesional, 2. observar ejercicios estratégicos del ejercito con la tapa de los prismáticos puesta, 3. Contar cuentos a niños sudamericanos con el libro boca abajo, 4. tocar la guitarra y también los cojones aunque no sale en la foto, 5. y su especialidad: hacer de payaso.
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La verdad es que después de un día tan duro, Bush se merece una gran fiesta para la hora de cenar. Allí se desenvuelve como pez en el agua o como un proxeneta en un puticlub. La fiesta sube de tono y la cocaína empieza a hacer efecto..., no distingue ni a su propia hija.













Finalmente Bush regresa a su planeta, adiós hijo de puta.