Bandalismo rumano en Segorbe

Unos desconocidos arrancan una figura del monumento a la Entrada de Toros de Segorbe

Los autores abandonaron la estatua de bronce en la calle para huir de la Policía Local. Quince jóvenes resultan heridos tras una pelea en la que participaron unas 50 personas.



SIN CORREDOR. El monumento luce desde ayer sin uno de sus elementos.


A. M., Segorbe. Levante EMC

Los segorbinos más madrugadores del primer día del año advirtieron a primera hora de ayer que en el Monumento a la Entrada de Toros de la plaza del Obispo faltaba la figura del corredor, que acompaña a los toros y al caballista desde su inauguración en 1981 y que fue objeto de una agresión en Nochevieja. El alcalde de la ciudad, Rafael Calvo, explicó ayer que «fueron cinco individuos de nacionalidad rumana o búlgara que iban bastante borrachos y con banderas de Europa a la espalda y que fueron advertidos por los vecinos mientras arrancaban la figura de bronce». Según comentó Calvo, «por suerte los dos municipales que estaban de guardia esa noche llegaron a tiempo y los individuos salieron corriendo, lanzando por el camino la figura al ver a la policía». El primer edil señaló que «tenemos la figura guardada en un almacén municipal y, como parece que está intacta, la colocaremos de manera inmediata y de forma más segura porque sólo tenía el apoyo del pie». El monumento a la Entrada de Toros es un símbolo para la ciudad de Segorbe. Lo realizó en bronce el reconocido escultor navajero Manolo Rodríguez en 1981. En las pasadas fiestas patronales de 2006 se realizó un acto que conmemoraba los 25 años de su inauguración, al que acudieron representantes de todos los grupos políticos y asociaciones que habían colaborado económicamente para su construcción. No había Guardia Civil No fue el único incidente de la noche ya que, como informó el alcalde, hubo una pelea en la que se implicaron «de 40 a 50 jóvenes, con más de 100 animando y en la que 15 de ellos resultaron heridos». La pelea comenzó dentro de una céntrica discoteca de la localidad y «la seguridad del local los sacó a la calle, donde continuó la pelea con palos». Calvo lamentó que se llamó a la Guardia Civil «pero no había nadie de guardia esa noche, y a nosotros nadie nos había informado de que no estarían y sólo teníamos a dos agentes que fueron los que disolvieron la pelea». Pese a todo, afirmó que fue una de las Nocheviejas más tranquilas de los últimos años.