Darwin Awards

Fpp vuelve a su cita con los premios Darwin, y es que este mes de enero se entregaron los premios darwin a las muertes más estúpidas de 2009.

El premio se lo llevaron dos ladrones belgas. Su objetivo: utilizar un explosivo para volar la puerta de un banco. Su error: no tener FP1 de dinamiteros. Y es que pusieron tanta dinamita que volaron parte del edificio y a ellos dos mismos.

Momento de la explosión

Personalmente me gustan más algunos de los finalistas:

Un joven ruso fan de las apuestas se apostó con un par de amigas que podría tener sexo con ellas durante 12 horas. Para conseguirlo: viagra. Y la cosa resultó, el tío ganó la apuesta, se embolsó la cantidad apostada y lo pudo saborear durante unos segundos, justo antes de morir de un infarto por culpa de la viagra.

James T, ladrón de 23 años y erudito experto en el campo del pillaje. Antes de cometer su robo se documentó, vio por la tele que les pasó a los rusos y decidió otra táctica: ir de incógnito. Para ello compró un spray dorado y se pintó la cara con él. Por desgracia nunco aprobó lectura de 2º de primaria y no entendió la advertencia del spray sobre su toxicidad. Resultado: murió intoxicado.

Un joven estudiante ucraniano, químico por devoción y amante de la goma de mascar, tenía la costumbre de dejar su chicle en botes de ácido cítrico mientras trabajaba (supuestamente para darle un sabor más penetrante). Un día mezcló por error el Boomer con una sustancia explosiva y cuando se lo puso en la boca explotó llevándose en primera instancia la mitad de su cara y, al poco, su vida entera.

El favorito de los internautas es un alemán que tenía la colección completa de videos de Jackie Chan. Un día en un vagón del metro vacío decidió pegar una patada a un cristal con tan mala fortuna que se dió demasiado impulsó y no sólo rompió el cristal sino que salió despedido debido a la velocidad del tren metrepolitano con el final por todos adivinado.